En esta generación se nos dificulta creer. Las dudas sobrepasan la mente y el gran objetivo es satisfacernos a nosotros mismos.
La desconfianza a las personas y el miedo a que nos engañaran son destructores mentales que distancian las amistades y los familiares. Ese temor a que los demás te afecten te paraliza.
Este mundo cada día distancia más a las personas.
Podría decirse que aquí se cumple con lo dicho por Jesús que para estos tiempos finales se revelará el padre contra hijo e hijos contra padres.
Marcos 13:12 (NVI) »
El hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo. Los hijos se rebelarán contra sus padres y les darán muerte.
Todos buscando sus propios deseos vanos y malos.
(OJO) » Debemos darnos cuenta que esto es producto de nuestras malas decisiones, ya que el plan de nuestro señor Jesús es que seamos uno como él y el padre son UNO así también nosotros lo seamos.
Juan 17:22 (NVI) »
Yo les he dado la gloria que me diste, para que sean uno, así como nosotros somos uno.
El hombre crea en su corazón un camino que a su entender es correcto pero su final es de muerte por eso no confié en ti mismo si no déjate guiar por Dios y Él te llevará por caminos rectos, de vida, de gozo y paz.
Amemos a nuestro prójimo como si fuera a nosotros mismos y sin importar a quien, ayudarlo y favorecerlo, sin esperar nada a cambio, no por interés. No deje que la ambición corrompa tu mente.
Deja que el amor inunde cada célula, cada parte de tú ser y abrázalo confiado en Jesús: ayuda, da, sonríe, escucha, amonesta, comparte, seamos uno con nuestros prójimos.
Seamos imitadores de Cristo y no de los deseos del mundo, ya que todos estos son vanos, más la palabra de Dios permanece por la eternidad.
Si algo legitimo hay es esto y si algo verdadero él lo es, por tanto no te pido confíes en el hombre porque sabemos que es mentiroso y engaña, pero sí que confíes en Jesús y como él lo hizo así lo hagamos.
Él se preocupó de tal forma que no quería que nade se pierda, su gozo es que todos vengan al arrepentimiento y que en Él seamos uno.
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